Ópera en versión de concierto.
Música de Georg Friedrich Händel (1685-1759) IL POMO D`ORO
Libreto de Antonio Salvi, basado en el libreto de Ginevra Principessa di Scozia (1708) de Giacomo Antonio Perti, sobre los cantos IV y VI del poema Orlando furioso (1532) de Ludovico Ariosto
Estrenada en el Covent Garden Theatre de Londres el 8 de enero de 1735
Si pudiésemos explicar la razón del éxito de la ópera barroca Italiana en la Inglaterra del siglo XVIII en una sola palabra, no cabría la menor duda de que esta sería “Castrato”. El embrujo que producía sobre el público londinense la figura exuberante y casi mitológica de estos divos del canto,
en una inglaterra que había estado apartada por muchos años de las novedades musicales que deslumbraban a los teatros europeos, es solo comparable a la atracción que hoy se vive con las grandes estrellas del cine o de la música pop que llena espectáculos multitudinarios. George F. Händel entendió perfectamente este fenómeno y bajo el auspicio de la Royal Academy of Music, compañía que contaba con el apoyo directo del Rey Jorge I de Gran Bretaña, dedicó gran parte de su obra a cultivar este género y conseguir con ello que el gusto músical Londinense con vibrara al compás de las últimas tendencias que dominaron otras capitales como Viena o Salzburgo.
ARIODANTE es una de las más importantes obras de Hädel, no solo por la belleza de su música, que nos deja una importante sucesión de Arias de gran complejidad técnica, sino también por la inteligencia que muestra el autor al entender donde residía el éxito de una obra en aquel momento, dejando amplios fragmentos de lucimiento para sus estrellas canoras, quienes le aseguraban el lleno del teatro y la espectacularidad de sus interpretaciones, reflejadas en las endemoniadas variaciones características de la forma DaCapo de sus Arias. Ya desde su obertura y durante toda la obra, Hädel nos embriaga constantemente por la magia del Sol Menor, tonalidad que regresa reiterativamente dejándonos esa sensación de ternura, de tristeza pero al mismo tiempo de lo magnífico o de lo trascendente. Sol Menor es el lamento del alma que se apaga.
La grandeza de la música de Händel triunfa ante el tiempo, dejándose sentir en muchos otros compositores que mostraron su enorme admiración por él, para Beethoven -sin ir muy lejos- Händel siempre fue “El compositor mas grande y más capaz de toda la historia de la música” cita que dejaría plasmada en la cercanía de sus últimos días.
Ariodante
Ópera en versión de concierto.
Música de Georg Friedrich Händel (1685-1759) IL POMO D`ORO
Libreto de Antonio Salvi, basado en el libreto de Ginevra Principessa di Scozia (1708) de Giacomo Antonio Perti, sobre los cantos IV y VI del poema Orlando furioso (1532) de Ludovico Ariosto
Estrenada en el Covent Garden Theatre de Londres el 8 de enero de 1735
Si pudiésemos explicar la razón del éxito de la ópera barroca Italiana en la Inglaterra del siglo XVIII en una sola palabra, no cabría la menor duda de que esta sería “Castrato”. El embrujo que producía sobre el público londinense la figura exuberante y casi mitológica de estos divos del canto,
en una inglaterra que había estado apartada por muchos años de las novedades musicales que deslumbraban a los teatros europeos, es solo comparable a la atracción que hoy se vive con las grandes estrellas del cine o de la música pop que llena espectáculos multitudinarios. George F. Händel entendió perfectamente este fenómeno y bajo el auspicio de la Royal Academy of Music, compañía que contaba con el apoyo directo del Rey Jorge I de Gran Bretaña, dedicó gran parte de su obra a cultivar este género y conseguir con ello que el gusto músical Londinense con vibrara al compás de las últimas tendencias que dominaron otras capitales como Viena o Salzburgo.
ARIODANTE es una de las más importantes obras de Hädel, no solo por la belleza de su música, que nos deja una importante sucesión de Arias de gran complejidad técnica, sino también por la inteligencia que muestra el autor al entender donde residía el éxito de una obra en aquel momento, dejando amplios fragmentos de lucimiento para sus estrellas canoras, quienes le aseguraban el lleno del teatro y la espectacularidad de sus interpretaciones, reflejadas en las endemoniadas variaciones características de la forma DaCapo de sus Arias. Ya desde su obertura y durante toda la obra, Hädel nos embriaga constantemente por la magia del Sol Menor, tonalidad que regresa reiterativamente dejándonos esa sensación de ternura, de tristeza pero al mismo tiempo de lo magnífico o de lo trascendente. Sol Menor es el lamento del alma que se apaga.
La grandeza de la música de Händel triunfa ante el tiempo, dejándose sentir en muchos otros compositores que mostraron su enorme admiración por él, para Beethoven -sin ir muy lejos- Händel siempre fue “El compositor mas grande y más capaz de toda la historia de la música” cita que dejaría plasmada en la cercanía de sus últimos días.